El rol de la Diplomacia Parlamentaria
Vanzillota nos marca un camino diferente para enriquecer la labor legislativa y facilitar la búsqueda de consensos en el ámbito parlamentario.
OPINIÓN
Por Ornela Vanzillota
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El rol de la diplomacia parlamentaria
La diplomacia parlamentaria resulta clave para la búsqueda de consensos y aplicación de estándares internacionales a nivel legislativo.
La diplomacia parlamentaria es una forma de interacción internacional que involucra la participación de legisladores en asuntos de política exterior y relaciones internacionales. El objetivo principal de la diplomacia parlamentaria es fomentar la cooperación global y el diálogo en áreas clave, incluyendo los derechos humanos.
Asimismo, el término refiere al uso de la actividad realizada por los parlamentos y sus funcionarios y representantes para el progreso de sus políticas públicas globales.
Este concepto determina entonces el rol de las legislaturas, parlamentos, y congresos como representantes del pueblo y en donde reside la fuerza de una sociedad. A su vez, los define como responsables de las relaciones con los demás parlamentos y estados a nivel internacional, para promover valores, compartir experiencias en común, y sobre todo, globalizar algunos conceptos tales como democracia, derechos humanos, gobernanzas globales, políticas públicas, entre otros.
La diplomacia parlamentaria tiene un potencial latente como promotora de los derechos humanos.
El concepto de diplomacia parlamentaria se originó en América Latina en el siglo XIX. Se refiere principalmente al uso de los parlamentos, comités parlamentarios y diplomacia para la política exterior de cada uno de los estados o gobiernos parte.
Esta aproximación permite complementar a las instituciones tradicionales encargadas de la política exterior de los diversos países y delegar la misma y/o permitir ejercerla a organismos o áreas secundarias, no encargadas originariamente de esta misión.
La diplomacia parlamentaria puede tomar diferentes formas y aristas dependiendo del contexto dentro del cual se inserte. Puede involucrar a delegaciones parlamentarias realizando trabajos en el exterior relacionados con una determinada área de estudio o de investigación, en modo de “misión temática”. También puede darse como un viaje de intercambio de buenas prácticas, de compartir experiencias similares respecto de por ejemplo, legislación nacional o local, ratificación de tratados internacionales, margen de apreciación, generación de mesas de debate o apertura al diálogo dependiendo de la posición en la cual se encuentren los miembros de la comitiva. Por ejemplo: los parlamentarios pueden viajar a otro país o ciudad en donde se haya implementado con éxito una ley que ellos están pensando en sancionar, y por ese motivo, solicitan de sus pares la experiencia y los comentarios técnicos, jurídicos, parlamentarios, legislativos y prácticos de aplicación respecto de la efectiva puesta en marcha de la ley.
También pueden constituirse foros económicos, políticos, de relaciones internacionales, de cambio climático o temáticas de coyuntura a efectos de lograr diversas opiniones y escuchar diversas voces respecto de temas comunes, como son la democracia, los derechos humanos, el derecho internacional, la aplicación de normas internacionales y la perspectiva desde el derecho internacional comparado.
Por todo lo expuesto, sin dudas el rol de la diplomacia parlamentaria en el mundo que vivimos resulta clave para la búsqueda de consensos y aplicación de estándares internacionales a nivel legislativo. Además, desempeña un papel fundamental en la construcción de leyes y en la promoción de políticas públicas acordes.
Ornela Vanzillota – Redacción Universo Parlamentario – Internacionales