Whatsapp: 1234

WhatsApp: +54911 7222 2427

Mucho más que una agencia de comunicación

| Category: Categoría General Base, Internacionales, Medio Ambiente, NOTICIASTags: , , , ,

BRASIL, Belém. La COP30 en un contexto de tensiones globales y urgencia climática. Por Dayana Acosta Trindade.

Belém, Brasil. – La trigésima Conferencia de las Partes (COP30) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático se desarrolló en la ciudad amazónica de Belém, en Brasil. Es una cumbre, que reúne durante dos semanas a representantes de casi 200 países que busca reimpulsar la cooperación internacional frente a la crisis climática en un escenario global marcado por la fragmentación política y el aumento de los fenómenos extremos.

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, encabezó la apertura con un llamado a reforzar el compromiso multilateral y a combatir la desinformación. “Es momento de reafirmar la verdad científica y la voluntad política para enfrentar la emergencia climática”, afirmó. Lula destacó, además, el papel de China como socio estratégico en la transición energética, valorando su aporte tecnológico y su contribución a reducir los costos de las energías renovables en los países en desarrollo.

Durante el acto inaugural, el secretario ejecutivo de la Convención, Simon Stiell, instó a los delegados a priorizar la cooperación sobre las diferencias. “Su tarea aquí no es competir entre ustedes, sino trabajar juntos contra la crisis climática”, subrayó. En la misma línea, el presidente de la COP30, André Corrêa do Lago, enfatizó que la urgencia es el elemento central de la agenda y que el multilateralismo continúa siendo “el camino indispensable” para alcanzar resultados concretos.

Un aniversario simbólico

La COP30 se celebra en el décimo aniversario del Acuerdo de París, adoptado en 2015, considerado el mayor logro diplomático en materia climática de las últimas décadas. El tratado estableció el compromiso global de limitar el aumento de la temperatura a menos de 2 °C respecto de los niveles preindustriales, y de hacer todo lo posible para mantenerlo en 1,5 °C. Sin embargo, la mayoría de los países no ha presentado aún sus nuevos planes de reducción de emisiones (NDC) para 2035, tal como lo exige el acuerdo.

Según datos de Naciones Unidas, solo 113 países, responsables del 69 % de las emisiones globales, han presentado sus actualizaciones. Este incumplimiento parcial ha dificultado una evaluación integral sobre el grado de avance hacia los objetivos climáticos y plantea uno de los principales retos de la cumbre: cerrar la brecha entre los compromisos asumidos y las acciones efectivamente implementadas.

Ausencias y nuevos liderazgos

En un contexto internacional complejo, la ausencia de Estados Unidos —que no ha enviado delegación oficial— marca un contraste con el protagonismo que asumieron otros actores del Sur Global. El Gobierno de Brasil ha destacado la relevancia de China e India en la expansión de las energías renovables y en la generación de soluciones tecnológicas accesibles para países con menos recursos.

“Gracias al liderazgo de estas economías emergentes, la transición energética se ha vuelto más asequible y alcanzable para un mayor número de países”, señaló Corrêa do Lago, quien destacó que “el Acuerdo de París sigue siendo un instrumento válido y en funcionamiento”, aunque urgió a “acelerar su implementación para mantener el objetivo de 1,5 °C dentro del alcance”.

La Amazonia en el centro del debate

El hecho de que la COP30 se celebre en la Amazonia, uno de los principales sumideros de carbono del planeta, tiene un fuerte simbolismo ambiental y político. Lula subrayó las dificultades logísticas de organizar un evento de esta magnitud en la región, pero defendió la elección de Belém como una muestra de compromiso con la sostenibilidad y la justicia climática. “Cuando hay voluntad política, no hay imposibles”, expresó.

La presidencia brasileña ha fijado como prioridades de esta edición reforzar el multilateralismo, acelerar la implementación del Acuerdo de París y conectar la agenda climática con la vida cotidiana de las personas y la economía real. Entre sus propuestas, destaca la creación de un fondo internacional para la protección de los bosques tropicales, que remunere a las comunidades locales que contribuyen a su conservación mediante prácticas sostenibles.

Mirada hacia adelante

Tras los avances parciales alcanzados en las cumbres de Dubái (2023) y Bakú (2024) —centradas respectivamente en el abandono progresivo de los combustibles fósiles y en la financiación climática—, la cita de Belém busca renovar los compromisos globales y reimpulsar la cooperación internacional.

“El mundo enfrenta una década decisiva”, señaló Stiell al cerrar la sesión inaugural. “La acción colectiva determinará si logramos un futuro sostenible y seguro para las próximas generaciones”.

Con una participación prevista de más de 170 países, la COP30 se perfila como una oportunidad crítica para traducir los compromisos climáticos en políticas concretas, en un momento en que los desastres naturales y las tensiones geopolíticas exigen respuestas conjuntas y urgentes.

Dayana Acosta Trindade para Universo Parlamentario.

Dayana Acosta Trindade es periodista parlamentaria y especialista en parlamentarismo y relaciones internacionales.